martes, diciembre 12, 2006

Deseo de cumpleaños

Lejos de lo que esperas: te extraño.
Sí, no te asombres,
que no finjan tus oídos sorpresa total
y que tus ojos me dejen para siempre al descubierto.
Para que lo sepas
añoro la eternidad nocturna de nosotros,
nuestros cuerpos, tú y yo y nuestras almas
tan agostamente decididas
a ser las velitas del pastel de tu cumpleaños.

Y luego…

Antes de que cualquier cosa pasara,
el deseo previo al soplarle a la luz de los recuerdos;
las caricias sin fin,
la muerte sin final en cada beso.

lunes, diciembre 04, 2006


Aquí les dejo algo del magno Eduardo Lizalde...
Espero lo disfruten.


CHARLIE BROWN EN LA LOMA
(tango de otro viudo)

En la noche asesina, y solo en el montículo,
¡qué soledad a veces, Charlie, pavorosa!,
con casa llena,
y ya en la parte baja de la octava,
y tirando wild pitch —uno tras otro—,
salvaje, eterna soledad, de veras.
Cósmica soledad del lanzador al centro del diamante.
Una mirada al fondo, de ratón acorralado:
toleteros veloces, atentos y enemigos
y tristes jardineros fraternales
a los que ciega el sol bajo las bardas.
Solar, nocturna jornada interminable.
Al frente, el bateador,
la noche arriba.
Lluevan, cielos,
derrúmbense las nieblas sobre el parque.
Viudo en la loma,
como bajo la ducha en esa infancia
que dejábamos ya, soñando en altas diosas
o primas ruborosas e imposibles,
y haciéndose una horrible, deprimente puñeta
en la mañana,
¡qué soledad, de veras, Charlie!
—y falla el doble play, para acabarla—.