lunes, agosto 21, 2006

A propósito de la lluvia

Como gota de lluvia eterna, fría, escurridiza, pero eterna,
llévame contigo en el cristal de tu alma,
envuélveme en las noches de tu aliento
y vuélvete nada más que seductor de mi inconsciente.

Como gota de lluvia, nostálgica,

palpitante hasta la muerte,
escápate de la furia de los desamores
y conviértete en la felicidad de tus tristezas junto a mí.

No hay nada oculto bajo ningún torrente;
El sol no sale necesariamente siempre,
pero estamos tú y yo

y nuestras manos, nuestros besos y caricias,
estamos los dos y entonces...

lluvia, gotas, nubes y noches cambian su significado:
se vuelven un nosotros infinito, inseparable, como nunca.

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